La ya de por sí precaria situación de gran parte del profesorado de español como lengua extranjera se agrava con las consecuencias de la crisis provocada por la propagación del Covid-19 y la implantación de medidas de contención para evitar su propagación.
Nos alegra saber que algunos centros han demostrado responsabilidad y profesionalidad ante estos momentos excepcionales, garantizando la seguridad del alumnado, del cuerpo docente y del resto del personal, poniendo a su disposición los recursos para continuar en la medida de lo posible la actividad a través de medios digitales.
También nos llena de orgullo ver cómo tantos compañeros se están ofreciendo para echar una mano y están compartiendo recursos y experiencias para hacer más fácil el paso a las clases on line a quien lo necesite.
Pedimos a los centros la elaboración de planes de actuación realistas que no se dejen a la buena voluntad o mejor o peor desempeño con la tecnología de su equipo docente. Tal vez haya llegado el momento de plantearse en serio cuál es el papel de la tecnología en los procesos de enseñanza/aprendizaje y cuáles son los puntos débiles en la formación del profesorado y en la dotación de los centros en este sentido.
Nos preocupa observar cómo la anulación de clases y la cuarentena o el retorno de muchos estudiantes a sus países pone en peligro cientos de puestos de trabajo entre quienes enseñamos- tanto asalariados como autónomos-, pero también en los departamentos de márketing, administración, limpieza... Ya está habiendo despidos, y habrá más. Pensamos que es momento para mostrar solidaridad y unión.
Queremos expresar nuestra indignación por todas las medidas improvisadas de los primeros días de esta crisis, cuando nos llegaron noticias sobre docentes a los que, pese al llamamiento para cancelar cualquier tipo de evento educativo, recreativo o cultural presencial, se veían obligados por sus centros a seguir con la actividad como si no pasara nada. O sobre regateos injustos al acordar las nuevas condiciones impuestas por la realidad.
Desde la Asociación queremos acompañar a todos los que estéis sufriendo esta situación. No estáis solos, no estamos indefensos.
Somos nosotros los responsables de esos números de los que se presume al hablar de la situación del español como lengua extranjera/segunda lengua en el mundo o de la importancia económica de este sector. Cuando esto pase y la actividad se retome volveremos a ser imprescindibles y nuestra unión contribuirá a mejorar nuestras condiciones profesionales. Que en ese momento nos encuentren unidas y preparadas.